Jugar puede ser algo muy serio. Lo hemos dicho desde el principio. Pero no porque creamos que para jugar a juegos de mesa haya que vestirse con traje y corbata y fumar en pipa. No es esa seriedad aburrida, no.

Jugar es algo muy serio porque es divertido, y creemos que divertirse es muy importante. Hagas lo que hagas.

Jugar es algo muy serio porque se viaja y se aprende sin moverte del salón de casa, y además es todo low cost y sin tasas aeroportuarias ni controles de seguridad.

Jugar puede ser algo muy serio porque hasta el más sencillo de los juegos te pide un poco de estrujamiento de cerebro o estimula tus reflejos o pone a prueba tu cultura general. Incluso se aprende a mentir, sí, eso también.

Jugar es algo muy serio por algo que dijo alguien importante: «En media hora de juego podremos descubrir mejor a una persona que en un año de conversación».

Nosotros añadimos: te conoces mejor a ti mismo, te pones a prueba, conoces tus puntos fuertes y débiles, tu capacidad de reacción o de negociación, tu creatividad o tu habilidad para la estrategia.

Y lo mejor de todo es que se juega en compañía, con otras personas, tus amistades o tu familia, novias, novios, hijas, la pandilla de toda la vida. Cara a cara, compartiendo tardes y risas y puñaladas traperas y también colaborando para encontrar ese tesoro que se esconde en lo más profundo de la mina.

Para nosotros, todo esto es la Cultura del Juego. Diversión, creatividad, inteligencia, aprendizaje, relaciones y personas. Pero lo más interesante es que la Cultura del Juego funciona también cuando guardas el tablero y las fichas en la caja y la dejas en la estantería. Puedes seguir aprendiendo, puedes seguir siendo creativo, puedes seguir jugando. Nosotros intentamos jugar en nuestro día a día en Zacatrus.

Queremos que todo sea un poco más divertido, para ti y para nosotros. Nos gusta construir relaciones personales, porque es fácil esconderse detrás de la pantalla pero no va con nosotros. La estrategia es importante, y los objetivos también, pero intentamos ser creativos y darle un poco gracia a lo que hacemos. A veces nos equivocamos, pero eso forma parte del aprendizaje. Y hemos aprendido mucho de nosotros mismos en esta aventura.

Ésta es nuestra manera de entender Zacatrus y el juego, ¿cuál es la tuya?