Josep Allué es uno de los pocos afortunados de este país que vive diseñando juegos. En los últimos 15 años ha trabajado para grandes editoriales de juegos españolas, como Educa, Diset, Devir o IMC, creando juegos bajo demanda pero también participando en diversas fases de su desarrollo. Sin duda, un sueño para mucha gente que ve cómo el mercado en España es todavía muy pequeño (aunque Allué nos cuenta que es optimista).
Pero eso no es todo, además diseña sus propios juegos y algunos han sido publicados por editoriales como Homoludicus o la propia Educa. Este año repite con Homoludicus y tiene proyectos con Libellud, Asmodee y Piatnik. Un ejemplo de que con esfuerzo sí se puede y por eso os lo hemos querido contar en el blog. Además, esta semana se da la feliz casualidad de que estrena juego de mesa con Homoludicus: el Jinx.
¿Cómo empezaste en esto de los juegos de mesa?
De la afición personal pasé a trabajar durante 8 años en una de las primeras ludotecas del Ayuntamiento de Barcelona: La Guineu. Allá descubrí un montón de nuevos juegos y maneras de jugar; me metí en la asociación de ludotecas de Cataluña, ATZAR, de la que llegué a ser presidente; empecé a ir al Festival de Cannes a buscar novedades; escribí unos cuantos libros sobre juegos y al final dejé la ludoteca para dedicarme profesionalmente al diseño de juegos.
Algo bueno y algo malo de crear juegos bajo demanda.
La parte buena es que un juego bajo demanda tiene al mismo tiempo una parte de reto y otra de seguridad. El reto consiste en saber encontrar una solución para lo que te plantea el cliente con «quiero un juego sobre Dora la Exploradora para niños a partir de 5 años sólo con cartón troquelado». La seguridad es el saber que previa a esa demanda hay un proceso de selección y marketing que asegura, hasta donde es posible, que el juego tendrá una buena aceptación, es decir, que se jugará por un buen número de gente y no estás trabajando para nada.
Lo malo no sabría decirte, quizás las limitaciones de producción, ya que muchas veces has de adaptarte a los formatos preestablecidos del cliente. De todas maneras no lo percibo como algo malo, si no como otra pieza del proceso.
Y ahora algo bueno y algo malo de desarrollar tus propios juegos.
Lo mejor es la libertad libertad absoluta que tienes y el disfrute que obtienes viendo como una idea 100% tuya divierte y entretiene a la gente. Quizás los más tedioso es todo el proceso de producción de los prototipos pero también es algo que si haces con tiempo disfrutas con ello. Yo siempre digo que me considero un autor de juegos 3F: fun-family-filler. Diversión, para todos los públicos y sin excesivas complicaciones.
¿En qué andas metido ahora?
Ahora mismo aún estoy preparando los prototipos que me pidieron en Essen diversos editores europeos además de estar desarrollando un par de juegos de mesa por encargo que saldrán publicados el año que viene por dos editoriales españolas.
Además 2011 me lo he pasado creando mi propia empresa de desarrollo de juegos: Idealúdica, Conocimiento en Juego. Así que he estado muy atareado con toda la infraestructura, papeleo y presentándola en sociedad.
Si sólo pudieras guardar un juego de los que tienes en casa, ¿con cuál te quedarías?
Seguro que sería un party, y muy probablemente el Time’s Up que tiene todo lo que me gusta a mí en un juego: comunicación, creatividad y risas con tus amigos
¿Y de los que has diseñado tú?
Pues aquí me lo pones más difícil, quizás el que publicará Homoludicus y Libellud, el Jinx. Es un juego muy rápido en el que todos los jugadores juegan al mismo tiempo imaginando a partir de imágenes abstractas e intentando adivinar sobre qué imagen se está hablando.
¿Cómo ves el futuro y el presente de los juegos de mesa en España?
Pues contra lo que pueda parecer o oírse a veces lo veo bien y mejorando. Cada vez hay se publican más juegos españoles tanto en España como en el mundo (este año y el que viene son increíbles en este aspecto), las editoriales españolas empiezan a editar grandes juegos de autores españoles, el mercado crece y hay una red de festivales y actos entorno al juego cada vez más consolidada, que es donde se crean nuevos jugadores… Yo soy optimista y creo que con motivo.